Anonimo
Estamos ante la más célebre recopilación de cuentos tradicionales del Oriente Medio, cuyo éxito en Occidente fue inmediato desde que Antoine Galland, un orientalista francés, publicó en 1704 la primera de las traducciones parciales de la obra. Se trata de relatos que van surgiendo y enlazándose el uno con el otro, en una sucesión sin fin, donde los claros protagonistas son la aventura y la fantasía; donde se describen fantásticamente la India, Siria, Persia, Egipto y China, así como los usos y costumbres de sus gentes, y que fueron transmitidos oralmente hasta que en el siglo IX, parece ser, fueron compilados y traducidos al árabe por el cuentista Abu Abd-Allah Muhammad el Gahshigar. De una historia principal -la de Scherezade, que parece haberse añadido algo después- surgen el resto de maravillosos relatos.Nos vamos a encontrar con increíbles genios, magos de una maestría excepcional, espíritus fantásticos, efrits con terroríficos poderes, lugares, ciudades y palacios increíbles, viajes inauditos, criaturas insólitas, héroes inmortales, tesoros indescriptibles, amores intemporales, tragedias y leyendas inolvidables, fuerzas portentosas de la naturaleza, artilugios de la magia más oscura, crímenes atroces, enseñanzas didácticas... y todo ello en historias narradas admirablemente que ya son célebres en la cultura occidental: Simbad el Marino, Aladino y la lámpara maravillosa, Alí Babá y los cuarenta ladrones... Un rey aficionado a los buenos relatos, Schariar, víctima del engaño de su mujer, decide decapitar al día siguiente de la boda a todas las mujeres con las que contraiga matrimonio en el futuro, para así evitarse nuevas decepciones. Su visir, para evitar más derramamientos de sangre, accede a que su hija se case con él, a petición de ella, para que, a base de contarle fantásticos cuentos, él se decida a perdonarla de la cruel condena. Y así, cada noche, le narra un fantástico relato con el que consigue la ferviente y maravillada atención del rey.
Las Mil y Una noches, uno de los grandes tesoros de la literatura mundial, recopila otros tantos cuentos orientales poblados de personajes tan míticos como Simbad, Alí Babá o Aladino. La historia arraca cuando, tras conocer y castigar cruelmente el adulterio de su esposa, el Sultán decide desposar cada día a una virgen, a la que hará decapitar a la mañana siguiente. Para detenerlo, la princesa Schehrazada se casa con él, pero urde una treta: Cada noche le cuenta una historia, cuyo final pospone para la noche siguiente, en que inicia una nueva... Así logrará mantener durante mil y una noches el interés de su enamorado esposo. Al final, el Sultán exclama: "¡Oh, Schehrazada [...] haberte escuchado durante estas mil y una noches ha transformado mi ánimo, sumergiéndome en la dicha de vivir". No hay duda de que, como él, usted, lector, también caerá hechizado por estos mil y un exóticos y aleccionadores cuentos. ¡Que los disfrute!