Ciencias Naturales
Un libro provocador que cambiará la percepción que tenemos de las drogas, las plantas psicoactivas y todo los tabúes que las rodean.«Maravilloso. Derrumba las diferencias entre legal e ilegal, médico y recreativo, exótico y cotidiano, apelando al principio que une a todo ello: las afinidades entre la bioquímica vegetal y la mente humana».—The New York Review of BooksUsamos las plantas a diario para alterar nuestra conciencia. Nos relajamos con lavanda o valeriana y nos activamos con cafeína, sin jamás pensar en ello como una adicción. Entonces ¿por qué otras sustancias de origen vegetal, como la psilocibina o la mescalina, son ilegales? ¿Según qué el criterio se ensalzan los beneficios del café y en cambio plantar amapolas es delito en algunos lugares?Michael Pollan investiga tres drogas de origen vegetal, el opio, la cafeína y la mescalina, para mostrar la arbitrariedad de nuestro juicio respecto a estas sustancias, profundamente condicionado por el estigma social. El autor revisa el papel de las plantas psicoactivas en distintas épocas y culturas, a la vez que experimenta con sus efectos. El objetivo es comprender por qué el ser humano hace todo lo posible para alterar su conciencia y, al tiempo, limita este deseo universal con leyes y condena social.Esta obra, combinación de historia, divulgación científica, memorias e incluso periodismo gonzo, ofrece una mirada desprejuiciada y atenta a las distintas variables que han determinado la condena o la legalización. Y da cuenta de la genuina curiosidad del ser humano a la hora de relacionarse con la naturaleza y alcanzar niveles distintos de percepción de nuestro entorno.
Como botánica, Kimmerer formula preguntas sobre la naturaleza con las herramientas de la ciencia. Como miembro de la Citizen Potawatomi Nation, comparte la idea de que las plantas y los animales son nuestros maestros más antiguos. En Una trenza de hierba sagrada, Kimmerer une estas dos lentes del conocimiento para guiarnos en «un viaje que es tan mítico como científico, tan sagrado como histórico, tan inteligente como sabio», en palabras de la escritora Elizabeth Gilbert. Basándose en su vida como científica, indígena, madre y mujer, nos muestra cómo otros seres vivos nos ofrecen regalos e importantes lecciones, incluso aunque hayamos olvidado cómo escuchar sus voces. En una rica trenza de reflexiones que van desde la creación de Isla Tortuga hasta las fuerzas que amenazan hoy su florecimiento, Kimmerer despliega su idea central: el despertar de una conciencia ecológica requiere el reconocimiento y la celebración de nuestra relación recíproca con el resto del mundo viviente. Solo cuando podamos escuchar los lenguajes de otros seres seremos capaces de comprender la generosidad de la tierra y aprender a dar nuestros propios dones a cambio. Una trenza de hierba sagrada está destinado a ser un clásico de la escritura sobre la naturaleza.
